lunes, 30 de junio de 2014

O REI EN LA CORTE

          Los narradores, ya se sabe, suelen ser gente ocurrente pero a menudo inconstante. Ésta, y no otra, es la razón que me ha tenido un tiempo alejado de la increíble historia de Mirta en el Valle de todos los valles. Menos mal que los relatos nunca se paran, se despiste o no el narrador. Y en La Corte de la reina Mirta el tiempo ha seguido jugando a su favor. Ah, ¿qué todavía estamos así? ¿Qué aún no saben de qué hablo? Pero por Dios: La Corte, Villar de Vildas, en el Valle de Somiedo... Pues como decía, afortunadamente para Mirta en este caso, el tiempo ha pasado: Semana Santa quedó atrás y ya estamos en verano. Que nadie se alarme: el tiempo sí puede pasar de forma feliz: en Semana Santa La Corte colgó el no hay billetes; así que, de cara a estos meses, ya saben: espabilen, porque el verde en Asturias se comporta de distinta manera según las estaciones. Pónganse en situación: diez de la mañana, tampoco vamos a exagerar, han dormido como niños en una de las habitaciones de La Corte; han desayunado como faraones en Boca L'Osu (recuerden, no es que sea el chigre del hotel, es que es El Chigre, con mayúsculas), diez de la mañana, decía, y el maravilloso sol que nos saluda en Villar de Vildas nos obliga a ponernos presurosos las gafas de sol. Y me dirán: pues claro, como en Marbella, Tenerife o Azahara de los atunes. No, no, no, en Somiedo uno se protege los ojos por cómo brilla la naturaleza al contacto con el sol. No se olviden, si van a venir, de meter en la maleta unas gafas de verde.
          
          Y ahora, déjenme que les cuente una pequeña historia (para eso estoy aquí, ¿no?). Aunque el de La Corte es un pequeño reino arriba en las montañas, no sería raro que en estos días recibiera la visita de algún regente famoso que quisiera huir de la tensión diaria y del mundanal ruido. No, que no me refiero al flamante Felipe VI. Me refiero más bien a otros reyes (esto empieza a parecerse a Juego de tronos), por ejemplo a un rey mundial que hasta el próximo doce de julio no le va a llegar la camisa al cuello. Su nombre es Edson Arantes do Nascimento, pero todo el mundo lo conoce por Pelé, O Rei. Una de las leyendas del fútbol mundial que no acaba de recuperarse del atragantón que le causó la tanda de penaltis contra Chile en los octavos del Campeonato del mundo. Aunque, la verdad, la verdad, yo creo que lo que más le hace sufrir a Pelé es el juego de su canarinha, más parecido a una estampida de búfalos que a su tradicional jogo bonito. Así que, con la naturalidad que da tratar entre monarcas, Mirta, la reina de La Corte, ha decidido invitar a Pelé, O Rei de Brasil, a aliviar sus tensiones en el pequeño reino de Villar de Vildas. Y si se me permite la confianza, Sr. Pelé, el sambódromo, Ipanema... Todo eso está muy bien, no lo voy a negar, pero el verde de Somiedo, acaba de aprobar la recomendación la Organización Mundial de la Salud, alivia las frustraciones, serena el ánimo y discrimina los malos recuerdos.